"Ladrón" [Takachii]

[Nota: Estoy con crisis de imaginación ._. Lo siento.

P.D: Drabble y bien feo]

Estaba completamente asustado. Mis manos comenzaron a temblar y mi piel se puso de gallina. Me aferré aún más a las sábanas, ocultando todo mi cuerpo en el interior. Alguien estaba ingresando a mi casa y yo, estaba completamente solo.

            Era de noche y hacía muy poco, había terminado de ver una película de terror. Al principio cuando oí los ruidos, pensé en fantasmas, pero me golpeé la cabeza, repitiéndome que era imposible. Intenté asociarlo a algún gato, el viento, incluso algún movimiento telúrico, hasta que oí la ventana de la cocina ser abierta desde afuera.

            Cerré mis ojos, intentando capturar valentía. Me destapé y sin encender ninguna luz, tomé lo primero que hallé; Una botella con agua. Lentamente y como si yo fuese el ladrón, me acerqué a pequeños pasos hasta la puerta, abriéndola lentamente, sin permitir ruido alguno. El silencio era sepulcral.

            Oí a alguien limpiarse la ropa y maldiciendo en pequeños susurros y sin pensarlo demasiado, corrí con la botella en alto hacia la sombra del extraño, llenándolo de golpes en todo el cuerpo, hasta que reconocí su voz.

-       ¡Yuri! ¡Soy yo!

-       ¿Eh? –Detuve los golpes y parpadeé varias veces, me levanté rápidamente de su cuerpo y encendí la luz. -¡¿TAKAKI?! ¿Qué… Qué mierda haces acá? ¿Por qué entraste por la ventana de la cocina?

-       Hey… eres tú quien debe tener más cuidado… - Me dijo, sobándose la frente, tirado en el piso a causa de mi ataque. –Dejaste esa ventana a medio cerrar…

-       ¡Eso no te da derecho a asustarme de esta forma, maldición! –Puse la botella con todas mis fuerzas sobre el mesón de la cocina y me crucé de brazos, realmente enfadado.

-       Imagina si hubiese sido un ladrón de verdad…-Me miró, reprochándome, pero estaba decidido a no perder esta batalla, al fin y al cabo, él no debió haber ingresado de esa forma.

-       Me vale madre… ¿Por qué no golpeaste como una persona normal?

-       Supuse que estarías durmiendo, quería darte una sorpresa – Se sentó con las piernas cruzadas, sobre el piso, mirándome inocente.

-       Y vaya qué sorpresa…-suspiré, aun enfadado- ¡No me mires con esa cara, que más rabia me da!

-       Lo siento…-Sonrió tranquilo y se levantó del suelo, acercándose lentamente a mí. Colocó su frente sobre la mía y me robó un pequeño beso de los labios, haciéndome sonrojar.

-       Estoy realmente enojado…-lo miré con cara de pocos amigos y me medio giré, dándole la impresión de que su beso de nada sirvió.

-       ¿Puedo ayudar con eso? –Me detuvo, sosteniendo mi mano.

-       No.

Y cuando quise deshacer la unión, me volteó y me abrazó fuertemente, haciendo que todos mis males pasasen al sentir su calidez y su aroma. El susto, el enfado y la culpa de haberlo machacado.

-       Estúpido, Yuya…

-       Lo siento, Yuri…-Lo mordí suavemente por el cuello, succionando su piel.

-       No te lo perdonaré fácilmente…-Y me decidí a llenarle el cuello de marcas, que a pesar que le gustan, sufrirá intentando ocultar en la empresa.